7 gastos de una empresa que puedes reducir
Reducir los gastos de una empresa no es un trabajo sencillo. No basta con recortar a diestro y siniestro y esperar que todo tome un rumbo más favorable. La clave para lograrlo es hacerlo con astucia, determinación y, sobre todo, con visión de futuro.
Si tienes un negocio, sabes que el objetivo principal del ahorro económico es mantener y/o incrementar el nivel productivo y competitivo de la empresa. No debemos confundirlo con soluciones drásticas de emergencia que se toman cuando las cuentas ya no cuadran. Aunque te pueden ser de utilidad en ambas ocasiones, trata de prevenir y no tener que llegar a esos extremos gracias a los consejos que te ofrecemos.
En este post te ayudamos a descubrir 7 gastos de una empresa que puedes reducir. ¡Avante toda!
¿Qué tipos de gastos hay en una empresa?
Antes de coger las tijeras y empezar con recortes compulsivos, lo primero que debes hacer para llevar un buen control de gastos es analizar tu situación y detectar cuáles son los gastos por área. Para lograrlo tienes que saber qué tipos de gatos tiene tu empresa.
- Gastos fijos
Son todos los gastos o costes que tienes que pagar periódicamente y no dependen de tu nivel de producción, volumen de clientes o situación económica. El alquiler de la oficina, los suministros, etc. son gastos fijos.
- Gastos variables
Los costes variables están muy relacionados con la situación y el desempeño de la empresa. Una campaña de publicidad online, el transporte, la distribución o los sueldos son costes variables.
- Gastos directos e indirectos
Los primeros, los costos directos, son aquellos que tienen que ver con la fabricación de los productos y de los servicios directamente. Por ejemplo: la materia prima y la mano de obra.
Por su parte, los gastos indirectos no tienen relación inmediata con la producción, pero sí son necesarios para llevarla a cabo. Por ejemplo: gastos de comercialización y adquisición, administración de procesos productivos, etc.
Revisa tus contratos
Que sepas cómo crear una startup es importante para tu proyecto de emprendimiento. Pero también es crucial que sepas qué estás pagando y por qué. Por ejemplo tu tarifa de fibra y móvil, seguro que pagas por servicios que no utilizas y otros que tienes contratados se te quedan cortos.
Existen planes de Internet para empresas que se ajustan a tus necesidades y no sobrecargan tu factura con servicios que no necesitas.
Lo mismo pasa con tu contrato de agua o de luz. Contrata la potencia suficiente y fija un contrato con horas valle que coincida con el punto de mayor consumo.
Disminuir gastos en el espacio de trabajo
Ahora que se ha puesto de manifiesto la capacidad de teletrabajo que tienen muchos profesionales, los gastos en los que incurren las empresas en el espacio de trabajo están viéndose reducidos notablemente.
Con unas sencillas apps gratuitas para el teletrabajo muchos negocios han conseguido reducir gran parte de la cantidad de dinero que empleaban en alquiler y en suministros.
Recuerda que la empresa siempre tendrá que asumir algún tipo de coste destinado al espacio de trabajo. Revisa el Real Decreto del 22 de septiembre que regula el trabajo a distancia y consigue toda la información que necesitas.
Gastos de una empresa en procesos analógicos
¿Has pensado alguna vez que quizás estás pagando por cosas que nadie usa en tu empresa? ¿Hace cuanto no ves un documento en papel? ¿Cuál es realmente el material de oficina que necesitas?
La sustitución de procesos analógicos por otros digitales puede hacerte reducir costos y mejorar el rendimiento de tus trabajadores.
El proceso de digitalización de las empresas se ha vuelto vertiginoso. De la necesidad nace la virtud y, ciertamente, vivimos una época de transformación (y de teletrabajo). Muchos negocios han optado por reinventarse antes que morir y les está saliendo genial.
Ahora casi todos los gastos que no produzcan beneficios directamente duelen más si cabe. Trabajar en digital significa: aumentar la productividad, reducir los gastos en fungibles, dinamizar procesos o mejorar el control y la gestión de gastos entre otras muchas ventajas.
Reducir gastos fiscales
Echa un vistazo a los contratos de tus empleados y revisa que cotizan por la actividad que llevan a cabo. Entre una y otra actividad, aunque parezcan iguales, suele haber grandes diferencias fiscales de las que te puedes beneficiar.
Otra opción para el ahorro, que también tiene ventajas fiscales, es invertir en la mejora del control de riesgos laborales. Es un gasto que el Estado premia fiscalmente al igual que la inversión en I+D, que está bonificada con un porcentaje que va desde el 25% al 42%.
Ten claro que la actividad de la empresa no afecta a su capacidad de invertir en I+D. No son solo las empresas tecnológicas o de investigación las que tienen la exclusiva del desarrollo y sus ayudas.
Planes a medida con tus proveedores
En un mundo globalizado como el nuestro son pocos los proveedores que tienen más poder de negociación que sus clientes. La competitividad es enorme y la variedad de opciones también. ¿Tu objetivo? Hazte con proveedores que se ajusten a tus necesidades concretas, busca planes a medida.
Pagar por servicios que no usas es un gasto inútil e innecesario. Renegocia tus acuerdos con tus proveedores y asegúrate de pagar por lo que realmente necesita tu empresa. Las posibilidades de obtener ventaja de una renegociación son más que amplias. Lo peor que puede suceder es que te quedes en la misma situación.
Otro truco para pagar menos en tus facturas es buscar proveedores en origen y reducir así los intermediarios al mínimo.
Reduce tus gastos financieros
Esta negociación es más compleja que la que puedas tener con proveedores, pero también merece mucho la pena. Los intereses que aumentan o disminuyen pueden ser una pesadilla y tienes que prestar atención a las distintas ofertas de financiación del mercado.
Aplaza pagos, amortiza deuda, cambia de entidad financiera…tienes muchas fórmulas para sacarle el máximo partido a tus acuerdos y apretar a las financieras.
Externalizar es una forma de ganar
Cuando una actividad se escapa del ámbito de conocimiento de tu negocio, es difícil que devuelva a la empresa el dinero que le cuesta. Por ejemplo, ¿por qué no te ahorras el dinero de los softwares de gestión de nóminas y de los salarios de administrativos contables externalizando la tarea?
Replantea tu camino y el de tu negocio
Pregúntate en qué parcela de tu negocio obtienes más beneficios y en cuáles no obtienes nada en absoluto. Si un producto o servicio no es rentable o no lo es tanto como el resto, algo falla.
Recapacita sobre toda la actividad de tu negocio y reflexiona acerca de cuáles son las actividades indisociables de tu empresa y cuáles te puedes ahorrar. ¿Tiene sentido que esté presente en este mercado, que siga invirtiendo en esta línea de producto, etc.?
Ya has visto 7 gastos que puedes reducir en tu empresa. De hecho, de cada uno de estos gastos puedes extraer otros tantos que se adecuen a la naturaleza de tu negocio. Seguro que leyéndolos se te han ocurrido unos cuantos más que aplicar a tu empresa.